Europa exigirá lectores individuales de calefacción en 30.000 viviendas
El Gobierno Central trabaja en el Real Decreto para adaptar la nueva normativa europea a la legislación nacional
Afectará a las comunidades de vecinos con calefacción central, que deberán colocar contadores por domicilio
Se busca que las familias paguen por lo que realmente consumen, con ahorros de unos 180 euros al año, de media
La eficiencia energética es una de las preocupaciones que se gestionan en estos momentos en la Unión Europea. Hace un par de años, Parlamento y Consejo aprobaron una nueva Directiva, por la que se obliga a los estados miembros a aplicar medidas que favorezcan el ahorro de energía y, sobre todo, el uso responsable y eficiente de la misma. Y una de las medidas que los españoles tendremos que aplicar será la instalación de contadores individuales de calefacción en aquellas comunidades de vecinos en las que todavía funcionen los sistemas centralizados.
El Grupo Monedero, empresa dedicada a la medición energética, organizaba en la mañana de ayer una jornada formativa para los administradores de fincas, responsables últimos de que se pongan en marcha las nuevas medidas reguladoras. En Burgos se calcula que alrededor de 30.000 viviendas se nutren de sistemas centralizados de calefacción o agua caliente, por lo que serán esas 30.000 las que tendrán que instalar o bien repartidores de costes o bien contadores individuales antes del 1 de enero de 2017, fecha tope fijada por la Unión Europea para el cumplimiento de la Directiva.
Ahorro de 180 euros familia/año
Cierto es, recuerdan desde el Grupo Monedero, que primero España tienen que adaptar la normativa europea a nuestra legislación, pero el Real Decreto que lo materializará se publicará en breve. El objetivo final es que no se despilfarre energía y que cada vecino pague realmente por lo que consume. Y es que en las comunidades de vecinos normalmente se utiliza más energía de la necesaria, sin estar adaptada a las necesidades de cada uno de los inquilinos, ascendiendo las facturas a montantes excesivos para el uso real de agua caliente y calefacción.
El Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) calcula que la instalación de los lectores individuales de consumo supondrá un ahorro del 30 por ciento para las comunidades de vecinos.Traducido al ámbito familiar, estaríamos hablando de una media de 180 euros al año por domicilio, si bien es cierto que todo depende de la eficiencia energética del mismo. Sin embargo, son pocos los edificios que han dado ya el paso. Y es que las nuevas instalaciones tienen un coste mínimo de 300 euros por domicilio, y teniendo en cuenta que aún no son obligatorias, en muchas comunidades están a la espera.
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